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Nací como un cuento. Crecí como un diario y pienso irme como una historia.

viernes, 6 de mayo de 2011

ERE de cuento

          Soy el estado del bienestar y lamento mucho el haber perdido tantos kilos y tanta estatura. Me sobran los pantalones y, con la amplitud de la camisa, me llega para tapar todas  las  interioridades. Me recuerdo a mi mismo como a ET ataviado con la camisa de Elliot. Mi casa la están desmontando poco a poco, están empeñando mis enseres y aprietan tanto mi gaznate que ya me cuesta hasta respirar. Se me ha acabado el ventolín antiguo y ahora, cada vez que lo necesito, he de acudir al de los mil pacientes, para que me recete la dosis diaria diariamente. Me cuesta mover los brazos y pierdo productividad. He solicitado un TAC -mejor un tic-tac- y será para dentro de 8 meses. No encuentran urgencia. Un iboprufeno cada ocho horas y el siguiente  que la ocasión la pintan calva.
          Cuando mi amigo tuvo que ingresar a su padre, con demencia senil, le pidieron que llevara los pañuelos para limpiarlo, que no había presupuesto. Que todo el material de la planta había  quedado agotado y  que también cerraban la planta. Que los quirófanos malgastaban mucha energía y que no eran productivos. Que para solicitar la presencia de un profesional  se ha de hacer por turnos y  por riguroso orden de habitación.
            Y digo yo...
          ¿Por qué no se hace un ERE político? Las ventajas serían sustanciosas para mi estado deteriorado del bienestar. Prefiero un médico trabajando que un político cobrando. Prefiero enfermeros y enfermeras que nos cuiden a los políticos que nos enferman. Prefiero un quirófano operativo  antes que todas las operaciones políticas. Prefiero ambulancias oficiales productivas  que no coches oficiales improductivos. Prefiero una planta de hospital abierta  a toda la planta del Ministerio de Sanidad.
        Mi anorexia lo merece y lo prefiere. Vosotros me lo agradeceréis.
En estos momentos lo superfluo son los políticos. Prescindamos de ellos antes de que ellos se crean imprescindibles.




2 comentarios:

  1. Los ERES son muy costosos, prefiero la asociación de un amigo: "Asociación por el suicidio honorable de los políticos". También se aceptan suicidios no honorables y suicidios no voluntarios.

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  2. Dile a tu amigo que su Asociación tiene poco futuro. La palabra "honorabilidad" es arcaica y ha desaparecido de los diccionarios políticos.
    Me inclino más por los involuntarios que no causan sangre. La sangre es el antídoto de los cuentos.

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