"Cuentos de nunca acabar"
Las concentraciones que se iniciaron el 15M han sido y son una fuente inagotable de noticias que circulan en todos los diarios, en la radio y en las cadenas televisivas. En una de estas publicaciones pude leer una pancarta que gritaba "El sistema está obsoleto". "No somos antisistemas, somos cambia sistemas". Nada que objetar a estas peticiones, pero, ¿qué otro sistema colocaremos?
Yo no creo que el sistema esté obsoleto, ni que esté agotado, ni que no sirva. El problema no es del sistema. Cuando elegimos esta forma de convivencia, que tantos años costó materializar, estábamos completamente convencidos e ilusionados de que era la más adecuada, no sólo para nosotros sino también para nuestros hijos, nietos, y venideros.
El problema radica y recae en las personas que, año tras año, hemos elegido para desarrollarlo. El problema viene de los mecanismos de control que el sistema establece para controlar a los encargados del desarrollo. Los tres poderes básicos e independientes de los que dispone la democracia, han quedado absorbidos por el poder político. Los tres se mantienen sumisos y acatan, algunas veces a regañadientes - simples pataletas- las premisas y directrices que vienen desde el poder de turno-disciplina de partidos-.
Un poder político que dirige y controla ya el poder económico que nos asfixia. Pero no sólo lo controla; lo utiliza en su propio beneficio. Han creado grandes empresas financieras que tienen como asalariados a millones de personas cuyos beneficios son absorbidos inmediatamente por la maquinaria de los partidos políticos y con la ventaja, que las pérdidas, si las hubiere y las hay, nunca afectan a su bolsillo ni a sus cuentas bancarias. ¿Quienes están pagando el precio global de la crisis actual? ¿Quién pagó las anteriores?
Son ellos los que deciden qué tipo de educación les interesa, qué tipo de jueces les conviene, qué tipo de inversiones les favorece, qué tipo de subvenciones les son más propicias y qué leyes les son más favorables.
Podemos pedir que se cambie el sistema, pero, ¡cuidado! volveremos a caer en la trampa de los desarrolladores de sistemas a no ser que nuestro antivirus se actualice continuamente y lo dotemos de la independencia que requiere. Todos los dirigentes que hasta ahora hemos elegido han actuado acertadamente basándose en sus intereses pero casi ninguno ha hecho lo correcto porque no se ha basado en las necesidades de todos los ciudadanos.
En estas elecciones municipales, en algunas ciudades bien pequeñas, se han colocado cientos y miles de pancartas de grandes dimensiones con las mejores imágenes de nuestros alcaldables ¡como si no los conociéramos! ¡Estornudamos y todo el pueblo se constipa! Para ellos ha sido una decisión "ACERTADA". Eso es lo que creen. Para el resto NO HA SIDO UNA DECISIÓN "CORRECTA". Los recursos no se pueden despilfarrar de esta manera tan insolidaria.
Los cantos de sirena se convierten en cuentos de nunca acabar.
- ¿Quieres que te cuente un cuento que nunca se acaba?
- Sí.
- Yo no digo "SÍ". ¿Digo, que si quieres que te cuente un cuento que nunca se acaba?
A los "indignados" para que nunca se apague la llama de la ilusión por mejorar el presente"
Yo matizaría que el poder político dirige y controla el poder financiero. Ya hace años que los políticos no pueden, dentro de su propio país, realizar acciones de control sobre las grandes líneas trazadas por el neoliberaliusmo transnacional. Pero eso no es disculpa, evidentemente, para que les rindan pleitesía y le den la espalda a la población. De ahí el gran cariño que les tenemos.
ResponderEliminarRecuerde que el neoliberalismo también es llamado economía suicida; que es la que están llevando a cabo muchos países en la órbita mediterránea. Una de las premisas del neolib.- para mí una de las más importantes- son los presupuestos equilibrados. Se ha de gastar únicamente lo que se recauda en impuestos. Las consecuencias extrapresupuestarias son perniciosas para esta ideologia. Actúan como losas a favor de los gobiernos.
ResponderEliminarLo que más influye en nosotros, en el hombre de a pie,de un lugar concreto, empieza por la economía local. Es donde primero se debe actuar. Ayuntamientos y corporaciones locales utilizan sus propias empresas para adueñarse del mercado y destrozar la oferta y la demanda. En mi localidad todas las actuaciones son llevadas a cabo por empresas satélites del ayuntamiento. La mayor parte con un gran déficit que lo pagamos los contribuyentes.
Un ejemplo sencillo. La propaganda electoral va a empresas propias del ayuntamiento y de las que el propio alcalde recibe una remuneración en los consejos de administración.
Mientras no se cambie la base de la economía la casa nunca se podrá acabar. En mi tierra nunca se empieza una casa por el tejado.
Espero que me perdonen Keynes y Friedman
¿Y Adam Smith le perdonará?. No niego que haya que empezar por barrer la casa de cada uno, por supuesto. Está claro que la nuestra está muy sucia, pero tampoco olvidemos a toda esa basura que las últimas dos décadas se ha esparcido por doquier bajo el patrocinio y amparo norteamericano. Al final, simplificando mucho, hay una pérdida de valores (si es que alguna vez los hubo). Es muy fácil comprobar que mucha gente que se queja de las cosas no dudaría en aceptar un cargo a dedo o defraudar en un paraíso fiscal si estuviera en su mano. El dinero llama al dinero.
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