Quizá sólo sean elucubraciones mías, paranoias que vienen a la mente muchas veces sin sentido. Las recibes y, al pasar, dejan un regustillo amargo en el estómago que vuelve en diferentes ocasiones a la boca y que no acaba a reposar hasta que lo vomitas o lo aceptas completamente.
Estos días todos los telediarios, noticiarios se han hecho eco de la liberación de un soldado israelí, Gilad Shali, prisionero de los palestinos desde hace bastantes años.
Nos han informado pormenorizadamente de su nombre, edad, vida y santoral, momentos de su liberación y que antes de tomar tierra ya pudo hablar con sus padres, y que después de los transbordos llegó a su casa sano y salvo.
No sé la importancia de esta persona pero debe ser enorme como para intercambiarlo por más de mil prisioneros palestinos en el Estado de Israel.
Reconozco que me he quedado con las ganas de saber los nombres de todos los liberados palestinos, si pudieron hablar con sus familias antes de llegar, si viajaron en avión o en autobús. No sé, algo de su vida y santoral.
Y digo yo, ¿si por un prisionero israelí se han liberado tantos palestinos, por qué no aprovechan y liberan a toda Palestina? Son sólo unos miles más. Aumentar la relación 1/1000 a 1/11 millones daría todavía más importancia a las personas y nos ahorraríamos regustillos amargos y otros cuentos...
A lo mejor es porque importa la "calidad" y no la cantidad.
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