Suenan de nuevo los jinetes del apocalipsis. No puedo leer la prensa ni escuchar los informativos de radio, televisión , etc sin aumentar mi indiganción ya en cotas demasiado elevadas. Y todo debido a los recortes necesarios que se deben realizar para contener el gasto y mejorar la situación económica y conseguir que los especuladores no nos condenen a vivir miserablemente en la basura. Le podríamos llamar la crisis de los recortes.
En reuniones multitudinarias de delegados y más delegados, de consejeros y más consejeros se determinan las partes de nuestro cuerpo que las tijeras deben cercenar. Aquí se decide suprimir plantas de hospitales, urgencias en ambulatorios, números en educación, sueldo de funcionarios y todas aquellas medidas impopulares que implican, precisamente, a los que casi nada han tenido que ver con el producto interior bruto de la crisis.
Y yo me pregunto ¿por qué la tijera no se aplica a los consejeros, a los delegados, a los concejales, a los diputados, a los ayuntamientos, a las diputaciones , a las autonomías, a las subvenciones, etc, que sé serían MEDIDAS MUY POPULARES ?
Consultemos a la ciudadanía. ¿Por qué no se suprimen concejales, diputados, senadores, etc y mantenemos las urgencias en muchos ambulatorios? ¿Qué es más necesario? ¿De qué nos sirve un concejal en un ayuntamiento o un diputado en una Comunidad Autónoma que no tiene recursos que administrar? Para aumentar el déficit únicamente.
Es más fácil pasar de todos los sufridos contribuyentes, voten a quien voten, que preocuparse por lo que leemos en los diarios:”los directivos de la CAM se suben el sueldo no sé cuanto. Los directivos de Repsol se suben el sueldo un 116%. Los directivos de telefonica se adjudican un 33%. a pesar de reducir sus beneficios empresariales”. El cuento de los tontos en el país de los ciegos con visión nocturna.
Ahora se quiere modificar la Constitución para limitar el déficit por ley. O limitan por ley la subida de impuestos directos e indirectos o mucho me temo que acaben con limitar el gasto familiar con una fuerte subida del gravámen en todos los órdenes de nuestra vida antes de reducir un gramo el número de chupópteros porque, al fin y al cabo, -y esto será su eje de campaña – se autoproclamarán como los salvadores de nuestra miserable vida para hacernos creer que se lo debemos pagar y agradecer.
Seamos serios y sepamos retirarnos cuando ya no hay nada que chupar. Nos han dejado en cueros, con todas nuestras miserias al aire libre. Ahora es el tiempo de pocos y buenos administradores. Necesitamos podadores y podadoras para reducir el número de árboles y poder ver el bosque. Precisamos de personas que sepan cortar las ramas sin indicaciones de ángulo de corte, forma de triturarlas o almacenarlas. Sobran los ojeadores que decidan el orden de la poda de las ramas. Sobran controladores de los podadores y de los ojeadores. Sobra volúmen y duplicidad de administración. Se necesitan hechos concretos y menos proyectos, menos promesas y menos “mañanas” y menos cuentos.
Es casi utópico creer que ellos van a reducir su "empresa" con la que mueven los hilos. Oyendo lo que dicen, y viendo lo que hacen, uno saca la conclusión de que sólo actúan cuando las exigencias coyunturales les obligan. Sólo llegado el caso de una situación límite al estilo de Grecia, puedo uno imaginarme una profunda poda con el bonito eslogan de "sálvese quien pueda".
ResponderEliminarSabes la historia del .... que se jugó con otro el cortarse el cuello con un "fouciño"?
ResponderEliminarUno decía que se lo cortaba totalmente de un "fouciñazo". Que no, que sí, que..
-Pon el cuello!
Del golpe que le dio con el hocín, se lo rebanó todo menos la piel del final.
Con el cuello en ese estado le recriminó:
-Perdiches, carallo!
Los políticos son capaces de eso y más.