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Nací como un cuento. Crecí como un diario y pienso irme como una historia.

viernes, 11 de noviembre de 2016

QUIERO SER YO !




Se acabó la individualidad, lo singular, lo propio. La colectividad  lo ha fagocitado  y sin escrúpulos. Todo por el  bien de las grandes colectividades.
Si analizamos un poco la historia, -no hace falta retroceder muchos años-a nivel social,  moral, económico, político,  todavia  podíamos observar individualidades  y a cara descubierta, sin tapujos ni otras cortapisas. Esto  es así porque lo digo yo y porque me da la gana. Nadie manda en mí y si  fracaso es mi fracaso. Y si triunfo es mi triunfo  y mis méritos. Actualmente es todo al revés. Ahora el quiero se convierte en queremos, del singular hemos pasado al plural. Así los fracasos se convierten en colectivos, más diluidos y , eso sí, los éxitos aunque sean colectivos se pasan muy susceptiblemente a individuales.
 Anacronismos de la historia.
 
¿Dónde han quedado los negocios familiares, la panadería casera, la zapatería, la lechería, la droguería,  la satrería, la carnicería, la pescadería ambulante,  la fonda? ¿Dónde ese ambiente único, familiar y cercano que valoraba las características propias de cada individuo, que dejaba la barra de pan colgada en la puerta de tu casa?
Ahora entras en los grandes almacenes y grandes superficies por nada y sales con todo (lo que no necesitas)
Ahora ya no existe la libertad de expresión individual, -¡Tú cállate! - ha sido eliminada por la expresión colectiva, más fuerte, más democrática  y más violenta. Así las responsabilidades desaparacen. Hemos entrado directamente en “Fuente Ovejuna”. Hemos hecho nuestro el refrán “¿Dónde va la gente? Donde va vicente” (con minúscula). Porque apenas existen  Vicentes. Ahora no es el Sr.Vicente  o la Sra. Vicenta, son los otros YOS : el Partido , el Fondo Internacional, Las Naciones Unidas, el Consejo Regulador, la Comisión Gestora, La Comunidad, El Ayuntamiento, El Tribunal Supremo, el Parlamento, el Senado, la Colectividad, el Equipo Docente, el Equipo Médico…Ya no existe  el ladrón, el caco. Ahora se roba en grupo, son la banda, el colectivo de , la horda, etc.

El “yo” queda tan diminuto, tan empequeñecido que cuando se muere aparece el epitafio: “se ha muerto porque ninguno lo conocía”.
 
Y es por eso que ya estoy harto de seguir levantándome y acostándome a la misma hora,  ver los mismos programas  y escuchar las mismas canciones.  Ya no quiero seguir la moda que nos imponen y los colores. Quiero ser libre de influencias  para volar otra vez sin Ícaros a mi cargo. Quiero ser dueño de mi individualidad y poder decidir, cualquier cosa, aunque sea intrascendente,  sin obligaciones y condicionamientos.
Quiero ser Yo. Tampoco es tanto lo que pido.
 
PD: El concepto de yo (y su étimo latino egō) es un término difícil de definir debido a sus diferentes acepciones. A lo largo de la historia su definición se ha relacionado con otros términos como psique, ser, alma, conciencia.

miércoles, 24 de febrero de 2016

PELILLOS A LA MAR



Nadie tiene el derecho o la prerrogativa de  sacar de quicio  a ningún ciudadano o ciudadana por el simple hecho de haberse presentado a unas elecciones que, todos los candidatos que optan a ser elegidos, saben que pueden configurar un campo político muy contrario a sus expectativas.

Todavía no entiendo cómo tienen la desfachatez  de tratar al electorado de esta forma. Cómo pueden despreciar a cualquier elector, contribuyente “paganini”, votara a quien votara, agrupándolos en progresistas, retrógrados, perroflautas, castizos, constitucionalistas, antiespañoles, antidemocráticos, indecentes, regresivos, por no decir ilusos, imbéciles  e idiotas. Indecencia 

Resultado de imagen de estulticia
Incapaces de abandonar sus posturas radicales y personales le imputan al electorado todos los males de esta nuestra España. Pero, ¿qué les hemos hecho nosotros? ¿Qué sucede, que les hemos metido el voto doblado y escuece? ¿Qué los teníamos tan mimados y consentidos y que, ahora que realmente necesitamos personas que se pongan al frente, que den un paso por delante de los demás y den la cara, nos ningunean y buscan su propio beneficio? Está más que comprobado que la educación en este país no ha funcionado nunca y ahora pagamos la novatada de la indiferencia. Insensatez.
Yo no soy constitucionalista pero acepto que nuestra constitución es una muy buena Carta Magna que ha servido para aunar voluntades e intereses y vertebrar una sociedad plural y democrática y que, es tan abierta, que cabe todo el progreso que nosotros nos queramos atribuir. 

Resultado de imagen de estulticiaLa constitución no tiene la culpa de que la educación en España se haya manipulado continuamente según los vientos políticos. Han sido los diferentes gobiernos de toda tendencia que han sido incapaces de consensos verdaderos y estables para cimentar la formación integral de toda nuestra juventud. Estulticia
La constitución no tiene la culpa de la corrupción endémica. Han sido los sucesivos gobiernos que no han elaborado las leyes necesarias para evitarla. Está visto que nadie se tira piedras sobre su propio tejado. Siempre he mantenido que los partidos políticos son empresas privadas que se mantienen con dinero público. Y como cualquier empresa buscan sus propios beneficios. La glotonería es enfermiza. Zampabollos.
La constitución no tiene la culpa de los problemas territoriales que han surgido en España. Ha sido el mal desarrollo de todos los estatutos de autonomía guiados por el egocentrismo frentista y por ensoñaciones de reinos de taifas. La financiación nunca debería haber sido un problema si los que han gobernado y gobiernan  hubieran buscado el interés general donde todos ceden en busca de una sociedad más justa e igualitaria. Creo que para eso fueron elegidos. Pelillos a la mar.

La constitución no tiene la culpa de las desigualdades  que se han creado y apoyado.
La constitución no tiene la culpa de haber construido obras faraónicas para satisfacer el ego de sus patrocinadores. Boato

La constitución no tiene la culpa de la indiferencia, cohecho, intrigas, malversación, …
La única culpa que atribuyo a la constitución es el permitir que la incompetencia de, el egoísmo de y el odio de,  puedan ser  capaces de acabar con ella. Cría cuervos y… al final sólo quedará un cuento.