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Nací como un cuento. Crecí como un diario y pienso irme como una historia.

sábado, 29 de enero de 2011

DESDE LA IGNORANCIA

No será mi intención pretender convertir estas afirmaciones en axiomas. La infalibilidad no es mi fuerte.

         Hace ya unos meses todos los medios de comunicación nos han invadido con la nueva reestructuración de los Pactos de Toledo (las pensiones). Y el tema estrella, desde el principio, ha sido el de los 67 años de edad y los 38+ años de cotización necesarios para jubilarse con el 100% de las prestaciones. 
          Reconozco que no me preocupa esa prolongación de 2 años por lo que pueda suponer para  los trabajadores. Analizándolo en frío poco pueden variar, en la ya larga vida laboral, dos años más o menos si en la realidad actual hubiera trabajo para todos y que, desde los 20 años, la mayoría  pudiera mantener una actividad continuada. Hasta dispondrían de diferentes años sabáticos entre los 47 años acreditados sin que por ello peligraran las cláusulas previstas en la nueva ley para alcanzar el 100% de la jubilación.
          La realidad sabemos que es otra. La mayoría de los jóvenes que puedan iniciar su vida laboral, con suerte, no será hasta los 30 ó 35 años y ¿cómo van a conseguir los más de 38 años de cotización? La solución es obvia: trabajar más años.
        Pero el quid de la cuestión no son los 67 años o los 38 años de cotización por más que nos lo quieran presentar y adornar en plato de oro  argumentando la larga esperanza de vida, la crisis, etc.  El gato encerrado está en la fórmula introducida para el cálculo de la pensión. Actualmente se basa en los 15 últimos años y se pretende utilizar  ahora los últimos 25 años de cotización. Esto supondrá el mayor recorte posible  de las pensiones.
     Si de lo que se trataba era rebajar las prestaciones lo han conseguido. Lo que hasta ahora ha  supuesto  un sistema de jubilación para mantener la calidad de vida  se convertirá en una simple prestación social. 
      Quizá volvamos a sentir pronto cantos de sirena para contratar planes de pensiones sustitutorios para compensar la mengua venidera. Pero esto, será otro cuento.

                Hoy en un diario se publicaba una entrevista a Matusalen y le pedían 
                que hiciera público el secreto para vivir 969 años.
                - Es que todavía me faltan unos meses para cotizar.





viernes, 28 de enero de 2011

LOS SALTOS DEL GORRIÓN


Cuando observas los gorriones en el suelo  te das cuenta que caminan de una forma muy particular: dando pequeños saltos"

Cuentan que, en tiempos pasados, los gorriones y sus primos los pardales ganaron un concurso de belleza y pasarela. Sucedió en el País Vasco[1], hace unos cuantos millones de años.
Gorrión común: Passer domesticus
La familia  de la última especie de aves en peligro de extinción, gobernante de la casa señorial Los Garrire[2] , decidió, siguiendo las instrucciones de la bruja lechuza, organizar un concurso entre todas las aves para elegir el prometido de su única hija, la princesa Gurriato[3]. Según todos los augurios se tendría que casar con un joven y apuesto volador que cautivara a todos por su belleza, presencia y, sobre todo, por los armoniosos movimientos de las plumas de la cola. Se celebraría un desfile de pasarela el primer día de la primavera para elegir el afortunado.
Urracas y cuervos fueron los enca rgados de difundir, por todos los rincones de los bosques,  los deseos de la princesa y, en pocos días, la proliferación de candidatos superó todas las expectativas.
En aquellos tiempos los gorriones  y pardales caminaban tan armoniosamente por las ramas de los árboles y caminos y los movimientos de su cola eran  tan  cautivadores que  todas las pajaritas en edad casadera caían rendidas a sus patas. Eran el ejemplo a seguir en todas las revistas pajareras de la época y no había convención que no llevara a los debates el contoneo de su caminar y el insinuante aleteo de su cola.
Todos los pretendientes envidiaban esa facilidad innata del gorrión para moverse y practicaban  horas y horas imitando sus pasos y el movimiento de su cola.
Los gorriones  no se conformaban con las encuestas y llevados por la superación, contrataron a escondidas los servicios de una jabalina[4]  que en pocas semanas  había perfeccionado considerablemente su ya armonioso caminar.
Fue tan aplastante la superioridad del candidato de los gorriones en el desfile de pasarela  que la decisión del jurado fue unánime; tan unánime que levantó las sospechas y las envidias de las familias de los cuervos, las urracas, los loros, las gaviotas, las águilas, los halcones, los búhos y las lechuzas y de un gran número de aves que, en protesta, emigraron a otras tierras.
Una guerra encubierta se declaró en contra de los gorriones. En pocos años cientos  y cientos fueron presa de las garras de halcones, lechuzas y cuervos; hasta tal punto que  se empezó a poner en peligro su existencia como especie.
Gorrión fósil: recuerdos olvidados
Se convocó un congreso de de  gorriones de emergencia nacional  para buscar soluciones urgentes.  Se analizaron encuestas y se sondearon opiniones. Las discusiones fueron interminables y las conclusiones inapelables. El problema radicaba en la forma de contonearse  y en el movimiento de la cola.
Las medidas fueron publicadas y se transmitieron de pico en pico rápidamente. Todos los gorriones y pardales neonatos deberían llevar sus patas y cola ligadas durante los tres primeros meses de vida, y todos los jóvenes que exhibieran públicamente sus habilidades serían castigados con un largo confinamiento casero.
El efecto fue fulminante y los gorriones empezaron a saltar y a saltar y a saltar si querían trasladarse caminando. La reeducación se completó y, en pocas generaciones, dejaron de ser objetos de envidia y empezaron a pasar desapercibidos.
Con el tiempo se trasladaron a vivir en ciudades y en pueblos, donde todavía se observa su forma saltarina de caminar. Y cuando una chica o chico pasa a su lado contoneándose algo genético se mueve en su interior, pero el gorrión, a pesar del recuerdo, sigue saltando.


[1] Existen opiniones que la palabra gorrión podría derivar el vasco gorri que significa rojo.
[2] Meyer y Urtel lo relacionan con Garriones, de garrire charlar
[3] Gurriato es una forma del vocablo gorrión. Esta palabra se cruza homonímicamente con gurriato ‘cerdo pequeño’ que tiene     asimismo un origen onomatopéyico.
[4] Jabalina. La hembra adulta del jabalí que ha sido ya madre.

martes, 25 de enero de 2011

DEJARSE LA PIEL

        Escuchas la Radio por la mañana y una frase se cuela entre las tostadas, el café y el zumo:"Se han dejado la piel". Prestas más atención. Se refiere a los ex presidentes del Gobierno. Si el sueldo asignado es suficiente y si tienen derecho a participar en otras actividades de empresas privadas con el consiguiente aumento de sueldo.
          Es correcto que un ex presidente de gobierno, después de los cuatro, seis,…, ocho años tenga una jubilación o retiro voluntario digno; pero ¿qué necesidades extras tienen para que les concedan esos “otros privilegios” sobre los demás ciudadanos: campesinos, fontaneros, albañiles, profesores, administrativos, carteros, etc? ¿Porque no es suficiente su salario?
           "Se han dejado la piel" fue una de las principales justificaciones a este plurisueldo. Los otros ciudadanos no se dejan la piel porque, puede ser, nacieron ya sin ella. Y como consecuencia se dejan los huesos y casi todos los años de su vida en el trabajo, no cuatro, seis u ocho.
           Ahora, que están modificando el Pacto de Toledo y las pensiones, seguro que modificarán las de los que no nos dejamos la piel, porque nos lo merecemos, porque somos unos interesados y unos vagos y vivimos más tiempo y el trabajo es salud. ¡Cómo se va a comparar una vida laboral completa de cualquier persona con los cuatro u ocho años de trabajos forzados de los presidentes obligados por las urnas a ejercer, obligados a repetir mandato por su partido, obligados a vivir controlados en un palacio con lo bien que se está en un piso normal, obligados a ...

             ¡Ni color!